top of page

Tigre

  • Foto del escritor: Diego García García
    Diego García García
  • 24 sept 2023
  • 5 Min. de lectura

¿Cómo mola que tu ciudad se llame "Tigre"? Pues "acá" en Argentina, muy cerquita de Buenos Aires, se encuentra la Municipalidad de Tigre, una bonita ciudad turística, especialmente cuando hace buen tiempo, desde donde se embarca para recorrer los múltiples arroyos que conforman el Delta del río Paraná (también conocido como Delta del Tigre).


Para llegar a Tigre cogimos (perdón, "tomamos", que aquí no se puede decir "coger") el colectivo 15 hasta la estación de tren de Belgrano Central (Belgrano C).

Un consejo si tomas un autobús en Buenos Aires: "agarrate" (no agárrate, agarrate). Sujétate bien porque yo no sé qué les pasa aquí a los conductores de autobús, si es que les pagan por tiempo o qué, pero van volados, dando bandazos y llevándose todo lo que pillen por delante, y los pasajeros vamos rebotando de silla en silla intentado agarrarnos a lo que podemos.


Una vez en Belgrano C, fácil, línea Mitre de tren directo hasta Tigre.

Al llegar a Tigre te encuentras ya en la estación una compañía de travesías por el Delta que como te pille de nuevas te la cuela pero bien colada, porque ofrece sus servicios hasta cuatro veces más caros de lo que te los encuentras a 500 metros fuera de la estación en la Terminal fluvial, donde se encuentran el resto de compañías, esperando a los turistas que no han picado con la primera oferta en la estación de trenes.


El Delta del Tigre es algo realmente curioso, porque es un mundo fluvial, donde las calles son arroyos, y las cuadras donde se asientan las casas, pequeñas islas rodeadas de canales. Es un laberinto acuático que cualquiera que no haya nacido allí se pierde a la segunda ramificación que tome, pero que los de allí se conocen al dedillo como si paseasen por un barrio cualquiera.



Y lo curioso es que todo se adapta a esa circunstancia:

Existen lanchas-autobuses de línea (lancha-coletivo), lanchas-ambulancias, lanchas-taxis, lanchas-supermercados, lanchas-autobús escolar, lanchas-sanitarias, lanchas-recolectoras de basura, etc. Es decir, una adaptación al medio acuático realmente curiosa.


Cada casa allí tiene su embarcadero y su lancha a la entrada, en lugar de su placita de garaje con su auto. La casa en sí se construye elevada sobre una estructura debido a las frecuentes subidas del cauce. La basura la dejan colgada de un poste del embarcadero para que lo recoja la lancha-recolectora de residuos, y, si quieres hacer compra, dos opciones: o tomas la lancha-colectivo (bus) a Tigre con tu carrito puesto encima en una especie de baca que tienen, vas al súper en "tierra firme" y regresas a tu casa en la siguiente lancha-colectivo (eso para la compra del mes), o si es una compra más pequeña, tipo, me he quedado sin leche para el desayuno de los niños mañana, pues pones una bolsa de compra atada al poste de tu embarcadero guay, y una lancha-almacén con productos básicos (agua, leche, bombonas de gas, galletas, arroz, etc) sabrá que estás interesado en adquirir algunos de sus productos y se detendrá en tu casa cuando pase por ahí, que deben estar rondando todo el día por el Delta.


Y lo mismo con los niños. Una lancha hace ruta recogiéndolos, llevándolos a la isleta donde se encuentra la Escuela, y tras la jornada los vuelve a dejar en sus casas. Yo me imagino al maestro recién aprobada las oposiciones al que destinan ahí en mitad del Delta, vendiendo su 600 para cambiarlo por algún tipo de lancha.


Cada casita tenía en su embarcadero algún elemento distintivo, supongo que para que sea reconocible respecto a los demás y se pueda encontrar, con carteles coloridos con nombres particulares, tipo "La Serena", "El Deseo", y cualquier otro así del estilo que se te ocurra, poniendo banderas, o dibujos, o trapos de colores. Imagino que para ayudar a los amigos que invitas a cenar a llegar bien, porque con lo de "el tercer arroyo a la izquierda" no debe valer.


En la propia ciudad de Tigre se encuentran un casino, un parque acuático, un parque de atracciones (Parque de la Costa), y un embarcadero lleno de tiendas que se llama Puerto Frutos, donde venden de tó, de tó, de tó, y hasta donde puedes irte con un perro adoptado, que si no llega a ser porque estamos itinerantes en este momento, me veo saliendo de casa cuatro y volviendo cinco, porque María y mis hijos estuvieron media hora acariciando a "Rasti" (rebautizado "Rasqui" por David), una monada de perrito lanudo, tranquilo, tuerto y desdentado que buscaba un hogar (si es que lo veías y no podías dejar de querer llevártelo), mientras yo me retiraba a poner una vela a San Antón diciendo que ya bastante tenía con el viaje como para encima sumarle un perro, que si eso ya lo dejábamos para más adelante.


La vela obró efecto, y la sensatez se impuso, y volvimos sin Rasti, al que deseamos todo lo mejor y que pronto encuentre un buen hogar, pero creo que David estuvo a esto (juntar muy cerquita vuestros dedos pulgar e índice hasta casi tocarse) de metérselo en el bolsillo del abrigo.


El tren de vuelta a Belgrano desde Tigre fue como un vuelo de Ryanair, apiñados y todo el tiempo pasando gente vendiendo los productos más diversos, desde cremas milagrosas que curan todos los males físicos y mentales de este mundo, hasta bolsas de caramelos, pasando por los clásicos alfajores.



Ya en Belgrano, como aún era pronto, decidimos visitar el Barrio Chino, que se ha puesto al parecer muy de moda entre los bonaerenses para encontrar todo tipo de productos asiáticos, porque se llama "Chino" pero ahí está todo Oriente metido: productos japoneses, coreanos, taiwaneses... Los lugareños hacen largas colas para conseguir una especie de hot dogs coreanos que deben estar prohibido por la OMS, rebozado en 20 quesos y frito, que tampoco es que atrajera mucho, pero que aquí les debe de volver locos.


Antes de irnos de Belgrano, paseamos por un parque enfrente de la estación, muy bonito y muy cuidado, con mucha pendiente, que se llama las Barrancas de Belgrano, donde encontramos un quiosco de música donde la gente a la que le apetece, va por las noches a marcarse un tango. Muy bonito (dejamos vídeo).


Como la noche es joven, era la Noche de los Museos y todo lo gratis nos mola mogollón, aprovechamos la ocasión para ver una rareza de estas que le da a Marcos, que quería ver un Museo de maquetas en la Facultad de Arquitectura, que no suele estar abierto al público. Había que aprovechar la ocasión: a ver si se hace arquitecto y se anima a construir mi casita en Canarias.


Cogimos (perdón, tomamos) otro autobús centrifugadora y cuando María y yo nos mirábamos ya con cara de susto de "a dónde c... nos está llevando" nos dejó en la Ciudad Universitaria, donde debido a esta Noche de los Museos había bastante ambiente. Increíble, había más locos por ahí sueltos que querían ver un museo de maquetas. Y, lo mejor, estuvo muy bien, me gusto hasta mí, que ya iba yo renegando de mi ser, como suele ser el caso. Primero gruño con cualquier iniciativa, pero luego me mola.


Finalmente, llegamos al apartamento reventados, viendo cómo esa Noche de los Museos provoca realmente mucha atención, porque había colas enormes ante la entrada del Planetario o el Museo del River Plate, y mucha agitación por las calles.




Fue uno de esos días interminables que terminas metiéndote en la cama diciendo: "¿lo del Delta del Tigre fue realmente esta misma mañana?" Misterios de la relatividad espacio-temporal.

6 Comments


Alfonso Puig Marimon
Alfonso Puig Marimon
Oct 09, 2023

Os estoy siguiendo, desde ayer, comiendo con tus padres. Me gusta tu forma desenfadada de relatar vuestras aventuras. De súbito me han salido las fotos de vuestra estancia en Tigre. Eso es viajar, no turistear.


Like

Belen DVRF
Belen DVRF
Sep 24, 2023

Pero … ¡qué maravilla de blog! He tenido esos momentos de risa en solitario y donde los demás que están a tu alrededor te miran diciendo “¿pero qué te pasa a ti?“. Enhorabuena por este magnífico blog y aún más por vuestra valentía y ganas de vivir la experiencia de “globetrotters”. Os seguiré de cerca. ❤️🙌🏽

Like
María Verdú Aguilar
María Verdú Aguilar
Sep 26, 2023
Replying to

Cómo nos encanta que hayas tenido esas risas solitarias, ¡ojalá sigas teniendo muchas más! Gracias por tu precioso mensaje😍

Like

Carmen Verdu
Carmen Verdu
Sep 24, 2023

Qué bien los estáis pasando! Y nosotros también leyendo vuestras peripecias! ¿Una ciudad que se llama Tigre?. “Acá“ hay otra que se llama León!

Like
María Verdú Aguilar
María Verdú Aguilar
Sep 26, 2023
Replying to

¡Cierto! jajaja

Like

José María Verdú
José María Verdú
Sep 24, 2023

Un día bien intenso y con muchas nuevas experiencias vividas por los mayores y por los chicos. Diego, tienes madera de escritor.

Like

© 2023 por VIVIENDO UN RATO

bottom of page