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Hué - la última capital imperial de Vietnam

  • Foto del escritor: Diego García García
    Diego García García
  • 4 abr 2024
  • 4 Min. de lectura

Volvemos a Vietnam, cuales Rambos, pero no para luchar contra los pobres "charlies" sino para visitar la antigua capital imperial de Hué, en el centro del país.


Hué se desarrolló a orillas del río Perfume, precioso nombre que recibe por el buen olor que desprenden las flores de los árboles que crecen en su ribera.


Fue la ciudad imperial de la Dinastía Nguyen desde principios del siglo XIX hasta mediados del XX.


Nguyen fue la última dinastía imperial de Vietnam de 1802 a 1945. En ese periodo reinaron 13 emperadores. Es un número muy elevado para un periodo de tiempo tan corto, pero por alguna razón vivían muy pocos años (mala salud, envenenamiento... quién sabe).


Algunos de estos reinados coincidieron con la llegada de los franceses, momento en el que Hué pasó a ser la capital administrativa de la provincia de Annam, en el centro de Vietnam. Francia dividió sus colonias de Indochina -Laos, Camboya y Vietnam- en varias regiones administrativas: Hanoi fue la capital de la región del norte, Tonkín; y Saigón la del sur, la Conchinchina.


Durante la ocupación francesa, los emperadores se convirtieron en tristes marionetas que los franceses se encargaban de agasajar y tener contentas dentro de sus palacios, ajenos a los problemas reales del país. Ese sería el caldo de cultivo para el desarrollo de movimientos sociales y comunistas que terminarían creando el Viet Minh (partido político de corte nacionalista y comunista), encabezado por Ho Chi Minh, que lucharía por la independencia de Vietnam, primero contra los franceses, y posteriormente contra los Estados Unidos.


Esta capital imperial ha dejado un precioso legado. Por un lado, está la Ciudadela donde vivían los emperadores con su Corte; y por el otro lado, una serie de tumbas imperiales a lo largo del río Perfume, auténticos mausoleos diseñados por los propios emperadores antes de su muerte para asegurarse el descanso y el poder eternos tras su fallecimiento.


Comenzamos nuestra visita a esta ciudad de los últimos emperadores de Vietnam visitando tres de las principales tumbas imperiales: las de Minh Mang, Tu Duc y Khai Dinh (imposible recordar esos nombres de memoria, por mucho que nos esforcemos).


Minh Mang fue el segundo emperador de la dinastía Nguyen. Diseñó un mausoleo precioso, perfectamente integrado con la naturaleza que lo rodea.


Todas las tumbas son diferentes entre sí, pero siguen un patrón similar en su construcción. Se trata de un recorrido a través de varios patios, en los que nos encontramos templos y estatuas de mandarines (soldados y consejeros del emperador), así como elefantes y caballos, para que el emperador dispusiera de su Corte y Ejército en el más allá. Es al final del recorrido donde se encuentra la tumba que alberga los restos del emperador.


Una curiosidad de esta tumba de Minh Mang es que los restos del emperador entraron en el mausoleo por una puerta central que tan solo se abrió para dejar pasar su féretro. Tras ese momento, se cerró y nunca más se volvió a abrir (¡¡¡cha chang!!! - esto es sonido de película, del que suena cuando dan una noticia brutal en plan de que el hijo de Angela Channing no ha muerto realmente).






La tumba imperial de Tu Duc fue también lugar de retiro de este emperador, en plan casa de verano, cuando se cansaba de vivir en la ciudadela (las tumbas se encuentran a unos 12 kilómetros de la ciudad, río Perfume abajo). El reinado de este emperador coincidió con la llegada de los franceses, así que el emperador, deseoso de evadirse de una realidad tan incómoda, decidió pasar la mayor parte de su tiempo contemplando la naturaleza en este precioso complejo lleno de lagos, templos, estanques de nenúfares... que posteriormente sería también el mausoleo que albergaría sus restos.





La última tumba imperial que visitamos fue la del penúltimo emperador Nguyen, Khai Dinh, donde se nota la influencia francesa, pues se combina el gusto oriental con una especie de intento de hacer un mausoleo tipo Los Inválidos de París. Si bien sus tatarabuelos fueron totalmente contrarios a la injerencia francesa en sus asuntos, el emperador Khai Dinh podría considerarse un "afrancesado" que con aires de grandeza construyó la tumba más costosa de todas, subiendo para ello los impuestos. Entre su confraternización con los franceses y el ahogo fiscal, no es de extrañar que no fuese muy querido por su pueblo, el cual empezaba a organizar una revolución que acabaría con la dinastía imperial.





El hijo de Khai Dinh, Bao Dai, tuvo el dudoso honor de ser el último emperador en Vietnam. Entre el debilitamiento de Francia como consecuencia de la II Guerra Mundial, y el empuje del nacionalismo y comunismo en Vietnam, Bao Dai abdicó en agosto de 1945 cediendo el poder al Viet Minh de Ho Chi Minh, quien un mes más tarde declararía en Hanoi la independencia de Vietnam (que Francia no quiso aceptar y costó diez años de guerra, pero esa es otra historia).


Este momento histórico de la abdicación de Bao Dai se produjo en la Puerta del Mediodía, puerta principal de acceso a la Ciudadela de Hué. Más concretamente en un segundo piso denominado Pabellón de los Cinco Fénix (es que son muy poéticos)



La Ciudadela consta de tres recintos, en forma de cuadrados uno dentro de otro: La Ciudad Cívica (donde vivía el pueblo llano que pudiera permitírselo), la Ciudad Imperial (edificios oficiales, templos y palacios) y la Ciudad Prohibida o Púrpura (área exclusiva del emperador, con pena de muerte para el que se le ocurriera meterse sin permiso).


Prácticamente todos los edificios, templos, palacios, etc. de este complejo fueron arrasados en diversos bombardeos durante la guerra de Vietnam contra los Estados Unidos, así que muchos son reconstrucciones posteriores y otros, lamentablemente, se han perdido.






Aprovecharemos nuestra vuelta al centro de Vietnam para visitar también una de sus ciudades más bonitas (y turísticas): Hoi An.



1 Comment


Ana Maria Gonzalez Soler
Ana Maria Gonzalez Soler
Apr 17, 2024

Vaya currada de post! Muy interesante. Una experiencia inolvidable este viaje....nada que ver con el aburrido mundo de la Carrera de San Jerónimo eh?. Disfrutalo y haznos disfrutar contigo. Un abrazo. Anita

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