Empezamos fuerte...
- Diego García García
- 18 sept 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 sept 2023
Empezamos el viaje fuertecito. Primer objetivo: Buenos Aires. Pero sería muy fácil coger un avión directo desde Madrid, así que decidimos ir vía Bogotá, no por motivos económicos, por favor, sino por puras ganas de conocer aeropuertos.
Pues eso, salimos de Madrid el jueves 14 de septiembre, con un taxi a las 06:00h para ir a Barajas y con la idea de no llegar hasta nuestra nueva casita hasta las 10:00h del viernes 15 de septiembre. Me está dando sueño solo recordarlo. Casi 30 horas que nos quedaban por delante para poner a prueba nuestras clases de meditación y mindfulness.
Pronto se vio que pasamos esas clases con aprobado raspado, porque no nos podíamos creer que ya hubiera atasco en el aeropuerto a esas horas de todos los taxis que descargaban viajeros como ganado. Y, por si el madrugón y el atasco fueran poco, nos encontramos en la cola de facturación parados porque el sistema había decidido que no eran horas de trabajar. En fin, "ohmmmm, soy un junco y me mezo con el viento"...
Y luego, todo se desarrolló con la normalidad de lo que es un viaje en avión: el estrés de pasar seguridad con una mano agarrándote los pantalones, que se caen por la falta de cinturón, que sujetas con la boca junto con el ordenador, que tienes que sacar con los pies mientras agarras al niño para que no pase por el arco de seguridad con todos esos Pokémon metálicos en los bolsillos. Después, la caminata hasta la T4 Satélite, que la han llamado así por no llamarla Paracuellos del Jarama, porque yo creo que al otro lado del ventanal se veía la plaza del pueblo. Creo que esos kilómetros convalidan para la obtención de la Compostela.
Y, tras el embarque educado y tranquilo habitual de estos casos, ¡momentazo! ahora sí que sí, ¡despegamos y comenzamos nuestro viaje! Qué momento.
Once horas de avión hasta Colombia, y, al llegar a Bogotá, ¡¡tatachán!!, nuestra escala de tres horas se convierte en una de siete por retraso del avión a Buenos Aires, "Magia Borrás". Menos mal que ya lo sabíamos desde el día anterior y mi mujer, previsora, que sabe que de duros tenemos lo justo, compró pases para la Sala Business y pudimos estar con sofás, comidas, y hasta duchas. Y aún así se hizo pesada, así que ya os hacéis una idea de lo blanditos que somos.
Por fin, llamada a los pasajeros para Buenos Aires, otro embarque educado y tranquilo, y otras 6 horitas de vuelo. Nosotros con un desfase horario que ya no sabíamos si era de día, de noche, jueves o viernes...
Tras el aterrizaje sin problemas en Ezeiza, taxi para nuestro nuevo hogar en el Barrio de Palermo, a donde llegamos a las 05:00h hora local (10:00h de Madrid, es decir, 28 horas después de salir por la puerta de casa de mis suegros).
Nos tiramos donde primero pillamos y así nos quedamos, inconscientes hasta que amaneció, despertándonos con una desorientación tremenda del tipo cómo, dónde y cuándo, de las que ni Iggy Pop recuerda tras sus mejores fiestas.
Buenos Aires estaba esperándonos...

Nos ha encantado ver a lis niños tan aplicados. Esperamos que sigáis disfrutando de vuestra experiencia!